Los kurdos resisten avance turco en Siria, EEUU pide una tregua

kurdos siriaLas fuerzas kurdas en Siria opusieron ayer una dura resistencia a la ofensiva lanzada por tropas turcas en el norte del país, operación que el presidente de los EEUU, Donald Trump, busca detener con el envío de su Vicepresidente y su principal diplomático a Turquía.

Trump anunció ayer que el vicepresidente, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, viajarían a Turquía hoy para negociar un “alto el fuego” con las autoridades turcas.

Según la Casa Blanca, Pence se reunirá el jueves en Ankara con el presidente, Recep Tayyip Erdogan, quien insiste en mantener la ofensiva contra la milicia kurda siria Unidades de Protección Popular (YPG), que las autoridades turcas califican como “terrorista”.

Pence “reafirmará el compromiso de Trump de mantener sanciones económicas contra Turquía hasta que se encuentre una solución”, adelantó la Casa Blanca.

Nuevo frente

Al lanzar su ofensiva el 9 de octubre para desalojar de la fronteras a las tropas del YPG, Turquía ha abierto un nuevo frente en la compleja guerra en Siria, que ha cobrado más de 370 mil vidas desde 2011.

Para contener la ofensiva, las fuerzas kurdas pidieron ayuda a Damasco, que desplegó tropas en el norte del país, incluidas las regiones de Minbej y Ras al-Ain.

Dos soldados de las tropas sirias murieron ayer por disparos de rebeldes proturcos, según la entidad Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Varios países intervienen militarmente en Siria, pero los soldados estadounidenses —que estaban presentes en el norte para ofrecer soporte a los kurdos en su enfrentamiento con el grupo yihadista Estado Islámico (EI)— recibieron de Washington la orden de partir.

La ofensiva turca provocó una protesta internacional: Canadá se sumó ayer a los países que suspendieron las ventas de armas a Turquía, y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá nuevamente el miércoles.

Sin embargo, Turquía aseguró que continuará su operación “con o sin el apoyo” internacional, y denunció el “arreglo sucio” concluido entre las fuerzas kurdas y el régimen de Bachar al Asad.

Su objetivo es la creación de una “zona de seguridad” de 32 km de ancho a lo largo de su frontera entre Turquía y Siria, que permitiría la repatriación de algunos de los 3,6 millones de refugiados sirios asentados en territorio turco.

Desde el 9 de octubre, las fuerzas turcas y sus contrapartes sirias han tomado el control de una franja fronteriza de casi 120 km aunque aún queda por conquistar una ciudad clave, Ras Al-Ain.

Patrullas rusas

Es alrededor de Ras Al-Ain que se concentra la lucha más encarnizada, ya que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), dominadas por el YPG, oponen una resistencia feroz utilizando una red de túneles.

En sus declaraciones a Hurriyet, Erdogan minimizó la importancia de que las fuerzas regulares sirias ingresen a Minbej.

“Para mí, la entrada (de tropas sirias) en Minbej no es un desarrollo muy, muy negativo. ¿Y porqué? Porque es su territorio”, apuntó.

En este contexto, Rusia enfatizó que no permitiría la lucha entre turcos y sirios. Tal lucha “no interesa a nadie y sería inaceptable”, dijo el enviado ruso para Siria, Alexander Lavrentiev.

ERDOGAN NO QUIERE UN ALTO AL FUEGO

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan rechazó categóricamente una propuesta de Estados Unidos para negociar un alto el fuego en el norte de Siria, donde Turquía lleva a cabo una ofensiva contra una milicia kurda, el martes en declaraciones a la prensa.

“Nos dicen ‘declaren un alto el fuego’. Nunca podremos declarar un alto el fuego”, dijo Erdogan a los periodistas en un vuelo de regreso de Azerbaiyán, seis días después de que Ankara lanzase una ofensiva para alejar de su frontera a las Unidades de Protección Popular (YPG), principal milicia kurda de Siria.

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